Cada inicio de año nos planteamos nuevas metas, hacer ejercicio, comer saludable, terminar o iniciar algún proyecto, aprender algo, viajar, etc…
Hoy les quiero proponer algo que en mi experiencia es sumamente sano, y que nos puede ayudar a que nuestro día a día esté más ligero, y es practicar la flexibilidad y la empatía, y no me refiero a que cambies tu esquema de valores sino a dar un espacio para entender a los otros y no convertirnos en jueces o dueños de la verdad.
Las redes sociales suelen convertirse en un lugar de expresión y muchas veces vemos puntos de vista o de vida que puede ser juzgado por otros.
Vivamos con la consciencia que en este planeta hay millones de personas que piensan distinto a nosotros, de hecho, que perciben la realidad distinta a nosotros por su vida, edad, religión o lugar de residencia, y que merecen nuestro respeto.
Al final somos un espejo y las opiniones que emitimos sobre los demás hablan más de cómo somos nosotros que de las personas sobre las que opinamos.
“Si perdemos el amor y el respeto uno al otro, así es como finalmente morimos.” Maya Angelou